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martes, 3 de enero de 2012

Capitulo 2

Todo está oscuro, no se ve nada, solo el brillo de una tenue y pequeña luz al fondo. Me intento acercar pero parece que no avanzo, o que, tal vez, la luz se aleja mas cada vez que yo adelanto un pie.
Escucho una voz que me sobresalta.
  -- Leslie.
  -- ¿Quién está ahí? - pregunto intentando conseguir una respuesta.
Al final del todo, donde se halla la luz,  se consigue ver algo. Parece que la luz proviene de una casa, pero no estoy segura.
La voz vuelve a hablar sobresaltándome una vez más.
  -- Intenta recordar, tu sabes lo que pasó, recuérdalo.
  “Espera, ¿acaba de decirme la voz que recuerde? Se supone que me desmallé” - pienso un poco anonadada.
  -- ¿Qué tengo que recordar? - pregunto.
  -- Solo recuerda Leslie, recuerda…
De pronto la oscuridad desaparece.

Me despierto un poco aturdida  y con el mismo dolor de cabeza que esta mañana y se me viene el sueño a la mente. ¿Qué se supone que tengo que recordar?
Pienso que solo será un sueño más sin importancia y que de tanto intentar averiguar que pasó la noche anterior solo será una mala jugada de mi subconsciente.
Me levano de la cama y miro la hora. Ya son las seis pasadas, ¿tanto he dormido?
Tengo hambre, así que bajo las escaleras y  me dirijo a la cocina con intención de coger algo de comida, pero no encontré nada de mi agrado.
Con un poco de suerte, tal vez, el supermercado que hay tres calles mas abajo pueda estar abierto. Debería de estarlo por que es 24 h.
Vuelvo arriba, abro mi vestidor y cojo mi sudadera rosa Jack Wills, una camiseta de mangas largas en la que pone “Oh la la” que tengo desde hace tiempo. Unos vaqueros de color claro, mis deportivas Reebok blancas, un gorrito-boina de color marfil y mi bufanda blanco roto. Empiezo a buscar los pendientes de oro que me regaló mi tía las navidades pasadas y que hasta ayer no me había quitado, y me los vuelvo a poner, junto con la ropa. Bajo a la entrafa y cogí mi bolso del perchero que hay junto a la mesita de le entrada, un poco de dinero y las llaves. Me paro en frente de la mesita y me miro en el espejo que hay encima. Estoy bien.
Cuando salgo casa y cierro la puerta con llaves un aire lo suficientemente frío como para congelarme la cara en cuestión de pocos minutos me zarandea.
Tardo unos diez minutos en llegar, por suerte está abierto, pero para mi desgracia veo a con Blake Gray que se ha percatado de mi presencia y se dirige hacia a mí.
  -- Ey, ¿Qué haces por aquí, renacuaja?
  -- ¿A ti que te parece? - le respondí - Ir a comprar.
Blake es el típico creído rompecorazones del instituto que tiene detrás a toda la que quiere, pero para mí, no es gran cosa ni tanto como dicen algunas, yo lo veo como al superficial de Blake.
  -- Que graciosa eres renacuaja.
  -- Claro, al contrario que tú - muestro una sonrisa fingida y de repente la quito -. Y deja de llamarme así - le dige algo seca pero hace caso omiso.
  -- Oye Leslie, ¿te apetece ir a tomar algo?
La lleva clara conmigo si se cree que me va a tener comiendo de su mano.
  -- No gracias, ya tengo planes.
  -- ¿A sí? ¿Y se puede saber qué planes? - pregunta divertido.
  -- No te importa - le contesté -. Te tengo que dejar, que tengo que comprar. Adiós Blake.
Hago el afán de irme pero me agarra del brazo. Pero, ¿de que va este tío?
  -- ¿Y me vas a dejar aquí plantado encima de que te he propuesto ir a tomar algo? - dicr haciéndose el ofendido.
  --Sí - contesté -. Y, ahora, me voy.
  -- Adiós, renacuaja.
Me giro otra vez, esta vez no me agarra del brazo pero escucho que dice algo, aunque no le presto atención por que me da igual lo que intenta decir, así que lo ignoro y entro en el súper.
Cojo una pizza congelada, agua, leche y algunas cosas que me hacen falta, ya vendré mañana a comprar lo demás. Termino y me dirijo a casa, pero cuando llego a la esquina de mi calle veo un perro muy pequeño, me acerco y lo veo mejor. Es un cachorrito de Labrador. Camimo hacia él para ver si se asusta,  pero lo único que mueve el rabo, pero no hace nada más. Tal vez habría llegado hata allí caminando, pero del frío se habrá tenido que parar. 
Está magullado y un poco sucio, pero a pesar de eso lo cojo, aunque pata cogerlo tengo que maniobrar con las bolsas de la compra. Una vez lo tengo en brazos le miro el cuello para ver si encuentro un collar, pero no tiene nada. Mientras lo cojo me percato dr que es una hembra. 
Me la llevo dentro de casa porque no puedo dejarla ahí con el frío que hace, parece tan indefensa y está tan descuidada que se me rompería el alma si la dejara allí. Entro dejo a la perrita en el suelo y cierro con llaves. Después voy a la cocina con las bolsas y las suelto en la la mesa encimera que hay en el centro de la cocina. Cogí la pizza para dejarla encima de la encimera de mientras enciendo el horno para qur se caliente.
Voy al salón para encender la chimenea mientras que la perrita me mira, subo al cuarto de mis padres y voy al armario para coger unas mantas viejas que usábamos para ponerlas en el suelo cuando venían mis primos y mis primas para jugar. Cuando consigo cogerlas bajo y las coloco en frente de la chimenea. Me arrodillo y empiezo a dar golpes en las mantas para que venga.
  -- Vamos, chica, ven.
Me mira y empieza a mover la cola.
  -- Ven perrita.
Esta vez cmienza a andar hacía a mí y cuando llega le acaricio la cabeza, la cojo y la pongo encima de las mantas.
  -- Buena chica - al menos es obediente -. Quédate aquí, voy a ver si tengo algo para darte de comer.
Le hablo como si me fuera a contestar, pero aunque sé que no lo va a hacer, me gusta hablarle.
Me pongo de pie y camino hasta la cocina. Voy al armario de en frente del fregadero y cojo un cuenco, después voy a las bilsas de la compra para coger la leche y echo una poco en el cuenco, porque no sé qué otra cosa darle. Se lo llevo, lo coloco en el suelo, justo al lado de su cabeza y empieza a beber. Cuando termina la con encima de mi regazo y empiezo a acariciarla y me fijo en que tiene una mancha marrón en la pata derecha trasera.
Podría ponerle un nombre, porque me gustaría quedarmela, al menos así no estaría tan sola cuando mis padres se fueran.
  -- Te tendré que poner un nombre ya que estás aquí ¿no? - mueve la cola mientras yo le sigo acariciando la cabeza - ¿Lya?
Gruñe un poquito, parece como si me hubiera entendido.
  -- ¿No? Pues entonces Dana, ¿qué te parece? - la perrita ladra una vez. - ¿Te gusta?
Ladró otra vez.
-- Me lo tomaré como un sí - me rio.
En ese momento suena la alatma del horno, ya se ha calentado. Se me había pasado completamente que tenía hambre.
Me levanto y me dirijo a la cocina, otra vez, para meter la pizza en el horno. Escucho el ruido de unas patitas acercándose, me giro y ladra.
  -- A mi madre tendré que convencerla para que deje que te quedes - me acerco a ella, la cojo y empiezo a acariciarle la barriga -. Pero no creo que me cueste mucho, de todas formas, casi nunca está en casa.
De pronto suena el teléfono, y me acerco a la columna de al lado del frigoraífico, donde está colgado el teléfono para coger la llamada.
  -- ¿Sí?
  -- Hola cariño - era la voz de mi madre - ¿Qué tal todo por ahí?
  -- Pues bien, ahora estaba calentando una pizza para cenar - le contesté. - ¿Y por allí?
  -- Bien, todavía tengo que estar aquí un par de días mas, ¿te las apañarás bien no? - Dana ladra - ¿Leslie, que es eso? Parece un perro,¿no habrás llevado un perro a casa, no?
  -- Sí, es un perro mamá - le contesto, y antes de que hable para que se enfade conmigo, añado rápido -. Me la he encontrado en la esquina de nuestra calle, no tenia collar y estaba magullada. Hacía frío, me dio pena y la metí dentro - dije intentando conmoverla.
  -- Hija, sabes que no me gustan los animales.
  -- Mamá que más te da si casi nunca estás en casa, además, soy yo la que la va a cuidar, venga mamá.
  -- Vale, tu vas a tener toda la responsabilidad, yo no quiero saber nada.
Sonó el timbre del horno. La pizza estaba ya echa.
  -- Gracias, mamá, tu no te tendrás que ocupar de nada - digo mientras cojo las manoplas de horno y saco la bandeja.
  -- Bueno, cariño, te dejo que tengo ahora una conferencia, ya sabes que la diferencia de horario de allí a aquí es bastante grande.
  -- Vale, mamá, cuídate.
Colgamos y suelto a Dana para lavarme las manos. Al terminar pongo la pizza en un plato y, la corto y me dirijo al salón, Dana me sigue. Me siento en el sofá, coloco el plato en la mesa y enciendo la televisión. Cuando termino de cenar me acurruco en el sofá para ver la tele, pero una vez más el sueño me vence.

Un sonido me despierta a media noche, proviene de fuera, pero como la tele sigue encendida pienso que puede ser cosa de eso.
Dana se ha quedado dormida a mi lado, por lo visto no le gusta estar sola.
Vuelvo a escuchar otro sonido proveniente del exterior y me levanto del sofá para mirar por la ventana, pero no se ve gran cosa, la oscuridad se ha adueñado de las calles, así que cojo un paraguas del paraguero de la entrada, porque es lo primero que veo, y salgo fuera despacio y con cuidado.
En el patio delantero no hay nada ni nadie y pienso que a lo mejor será algún animal por lo que decido volver dentro, pero cuando voy a cerrar la puerta se escucha otro ruido que parecen pasos sobre el césped, se están acercando.
  -- ¿Quién está ahí? - pregunté alarmada.
Se oyeron más pasos, pero esta vez alejándose, escucho atentamente para ver a donde se dirigen, pero ya están lo suficientemente lejos como para distinguir a donde han ido esos pasos. Pero, ¿qué le pasa a la gente?
Primero lo de anoche, que no tengo ni la menor idea de que ha pasado, después me despierto en casa de un extraño, y ahora esto. ¿Qué demonios pasa?
La verdad es que no entiendo nada y por mas vueltas que le doy, más lioso es todo aquello.
Opto por pensar que solo es un día raro, creo que es la mejor opción.

Entro dentro, cierro las puertas y ventanas, recojo y apago todo, cojo a Dana, las mantas y los llevo a la habitación. Empiezo a buscar revistas o periódicos y cuando encuentro uno lo pongo en el suelo extendido para que la perrita tenga para hacer sus necesidades. 
Me cambio y me pongo la ropa de antes, y seguidamente me tumbo en la cama para desconectar por completo.
 Ha sido un largo día.

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    Vestimenta de Leslie:
            Supermercado  

1 comentario :

  1. hola linda! hoy comence a leer la novela :) me esta encantando, y el toque de poner la imagen con la ropa que lleva me parecio genial ♥_♥ muchos besicos preciosa! sigue escribiendo!!

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